(cuentos en creación colectiva)
Hortensia y Octavio se reúnen después de treinta años para compartir un juego de cartas. Pero no se trata de un juego común y corriente. Estos dos personajes, con tantos recuerdos, atesorados en viejos baúles empolvados, barajan historias, fantásticas o reales, a la luz de una vela y nos transportan en el tiempo hacia un espacio, en el que la inocencia de Juanchita y Florita, o los amores de Julio y Alfonso, trascienden y nos inspiran a escuchar a aquellos narradores olvidados y solitarios: nuestros abuelos.
O es acaso, una mujer, con el don de la clarividencia, la que nos abre los ojos para ver y escuchar las historias poco conocidas del pueblo del abuelo. Ella, la que descubre ante nuestros ojos que los espantapájaros pueden volar si se lo proponen, que las brujas son coquetas y buscan el amor, que los duendes de las paredes son grandes amigos. Ella, la que nos hace notar que en el pueblo de nuestros abuelos, todo eso convive simultáneamente con amores muy humanos –con errores y virtudes– que, lastimosamente, hoy por hoy, parecen irreales.
Ahora todo queda a juicio del espectador. Que cada uno decida ver lo que quiera, que cada uno decida si ve a la mujer o a los ancianos, que cada uno decida sobre la irrealidad de estos cuentos, que en su gran mayoría han sido escritos por aquellos que los interpretan. Silencio, que ya empieza la función.
Presentaciones de la obra
A la fecha hemos presentado la obra y algunos de los cuentos que la conforman en diferentes espacios y encuentros:
- Apthaphi de Cuentos (Espacio Jaime Saenz)
- Universidad Católica Boliviana
- El Bunker Espacio Alternativo
- Festival Peter Travesí (Teatro Achá - Cochabamba)
- Teatro del Colegio La Salle
- Almatroste
- Casa Duende
- Cafe Carcajada
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