Ícaro nos enseñó a volar...

Teatro Sunil bajo la dirección e interpretación de Daniel Finzi nos enseñó que volar no es imposible. La maravillosa versatilidad y naturalidad del clown de Finzi, esa humanidad desbordante y la capacidad de hacer cómplice al público de su locura y de llevarlo de la risa a la lágrima en cuestión de segundos, todo enmarcado en una puesta en escena deliciosamente mágica, hizo de la noche del sábado 5 de abril una noche inolvidable, delirante, corta, tal vez demasiado corta, porque la verdad es que puedes quedarte mirado a Ícaro por la cerradura de la puerta toda la noche, toda la noche.
El plus: un compañero y hermano nuestro, Luchito García, fue el elegido por Daniel para ser su co-protagonista y compañero de cuarto. ¡Que envidia!. No cualquiera puede decir que sirvió de soporte para la invertida de Daniel Finzi.

Marco