viernes, 11 de abril de 2008

Purbo Asmoro el embajador del Arte Indonesio en Bolivia


Alguien me dijo que Purbo sería un regalo maravilloso para La Paz, pero se quedo corto. Ni el viaje de más de 32 horas que tuvo que bancarse desde el otro lado del mundo, ni el tan polémico mal de altura, ni la bronquitis, ni el idioma, ni el frío, ni nada de nada pudo impedir que Purbo regalara al público paceño dos funciones exquisitamente inusuales y tres sesiones invaluables de taller.


En estos dos días Purbo me hizo reflexionar en lo siguiente: ¿no será que el teatro como lo conocemos y como lo practicamos ha perdido de repente su misticismo, preocupado como está de perfeccionar su técnica? ¿nos habremos olvidado que la primera expresión del teatro es el rito?


Todo en Purbo es sorprendente, su dedicación, su profesionalismo (ojo que él no quiso suspender el primer día de su taller, fueron los organizadores de los talleres quienes precautelando su salud optaron por dejar el taller para el día siguiente) su preparación, su entrega, su fe... y todo en su cultura y en su arte también es sorprendente: la confección de los Wayang Kulit en cuero de búfalo con soporte de cuerno de búfalo moldeado al fuego, el minuciosísimo calado a mano, la pintura con significados y convenciones seculares, las historias extraídas del Ramayana y del Mahabharata, su manejo, el uso de la voz, la música de gamelán con sus dos escalas, ambas diferentes a la que conocemos, y su estructura y fraseo completamente diferente a los de la cultura occidental... todo, todo en Purbo es sorprendente.


Definitivamente un gran regalo para La Paz. Para los que se la perdieron, verdaderamente ¡qué lástima!. Para Purbo y su excelente equipo gracias, miles de gracias por compartir un poquito de la infinita variedad artística de Java, como él mismo nos lo dijo: "Tal vez Indonesia no gane en tecnología pero en arte no hay quien le gane"


Marco

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